domingo, 29 de mayo de 2011

REINO ANIMAL

Reino Animal es la designación por la que se conoce en el Budismo al tipo de existencia que tienen algunos animales y se trata de uno de los Seis Reinos de Existencia por los cuales deambula la conciencia, un nacimiento tras otro, en el ciclo conocido como Samsara.
Lo primero que resulta necesario aclarar es que el lenguaje científico y la terminología budista difieren, ya que, por ejemplo, el ser humano es considerado un animal usando la primera acepción pero no la segunda.
De acuerdo al Budismo, los animales generalmente incluidos en este reino son todos los seres vivos visibles pertenecientes a especies dotadas filogenéticamente de la capacidad de desplazamiento. Esto ciertamente incluye a la totalidad de los vertebrados y buena parte de los invertebrados, incluyendo a los insectos. Esta concepción implica que causar daño o muerte a este tipo de seres es considerado por el Budismo como algo negativo en un sentido kármico, especialmente si es hecho a propósito o con premeditación.
Por lo general, los seres vivos no dotados de locomoción, tales como los vegetales, no son incluidos en esta categoría por los budistas. En consecuencia los budistas no suelen considerar que causar daño o muerte a un vegetal sea algo negativo en un sentido kármico. De esta creencia proviene la predilección budista por la dieta vegetariana, aunque no todas las escuelas o linajes son igualmente estrictas en este sentido.
De igual forma, los seres vivos no visibles sin medios artificales, tales como los microorganismos, tampoco son considerados animales y, por lo mismo, su alteración o eliminación no es considerado algo negativo un sentido kármico. Por este motivo, los budistas no ven problemas éticos en el empleo de antibióticos.
En el Budismo Mahāyāna, vertiente en la que se hace hincapié en que las enseñanzas deben ser demostrables, últimamente se ha despertado un notable interés por compatibilizar esta concepción con los descubrimientos científicos contemporáneos, razón por la cual maestros budistas tan respetados como el XIV Dalai Lama se han mostrado muy curiosos acerca de lo que la ciencia pueda aportar para dilucidar si un ser vivo está dotado o no de conciencia, tal como la entiende el budismo.
Todos los animales se forman a partir del desarrollo de una blástula, a partir de la cual se originan las distintas fases embrionarias (muy variables en función de cada filo), hasta configurar el organismo desarrollado.
La nutrición es heterótrofa, introduciéndose el alimento al interior del organismo por ingestión. Los componentes a este reino son los que presentan las respuestas más complejas y elaboradas a los estímulos externos.
Tradicionalmente se ha dividido a los animales en vertebrados e invertebrados, según tengan o no columna vertebral; y a estos últimos en artrópodos y no artrópodos, en función de que presenten o no exoesqueleto articulado. Se suele distinguir un subreino, los parazoos, que engloba aquellos organismos cuyos tejidos no están organizados en órganos y que presentan forma indefinida. Otro subreino es el de los eumetazoos, que se caracterizan porque sus tejidos constituyen órganos organizados.
Los eumetazoos se dividen en dos ramas: una que engloba los organismos de simetría radial, y otra con simetría bilateral. Éstos se dividen en:
·  Los que carecen de celoma (acelomados)
·  Los que presentan una cavidad para las vísceras, que sin embargo, no es un verdadero celoma (pseudocelomados)
·  Los que tienen celoma verdadero (celomados).
Destino del blastoporo:
·  Si da lugar a boca- protóstomo (boca primitiva).
·  Si da lugar al ano y la boca es secundaria- deuteróstomos (boca secundaria).
Desarrollo embrionario:
·  Embriogénesis: fecundación- hojas embrionarias
·  Organogénesis: hojas embrionarias- ser vivo

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